El Reino de la Luz: De las Auroras Boreales al Sol de Medianoche

La luz. Esa es la respuesta si alguien me pregunta qué me ha llamado más la atención de vivir tan al Norte, qué es diferente, qué es especial. La luz, tan simple como eso. Creo que la mayoría se siente decepcionada ya que esperan que diga el frío terrible, osos polares andando por la calle o alguna otra cosa fuera de lo común.
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Pero la luz aquí es algo realmente espectacular que cambia el paisaje transformán- dolo hasta extremos oníricos. El brutal cambio de incidencia del sol a lo largo del año, los atardeceres interminables del verano, la atmósfera azul del invierno sin sol, el clima siempre dinámico, siempre en movimiento, las montañas camaleónicas en perpétua permutación de color.... la naturaleza se recrea pintando cuadros efímeros sin descanso. Es un juego de contrastes contínuo entre nubes rotas en formas imposibles, el tapete liso de las aguas del fiordo, la quebrada silueta de la costa y la luz que lo amalgama todo en armonía. Mis fotos hacen poca justicia a tal grandiosidad, pero con que transmitan siquiera un ápice de ella, me doy por satisfecho.

22 NOVIEMBRE 06: LA ESTACIÓN AZUL



Hoy el sol se ha quedado corto en su intento de asomarse por el horizonte. La estación oscura ha comenzado: no veremos de nuevo el disco solar hasta el 21 de Enero, dentro de dos meses.

La única luz natural que disfrutaremos es un resplandor en las horas centrales del día. Un amanecer y un anochecer al unísono. Una breve aurora confundida con un corto crepúsculo. El resto, noche.



Los 23,45º de inclinación del eje terrestre provoca que una vez al año los rayos del sol alcancen de forma tangencial a la esfera terrestre en las regiones polares creando una zona de sombra:



Estos periódos de sombra suelen recibir nombres tenebrosos que invitan a la depresión: la estación oscura, noche perpétua... sin embargo estando aquí he aprendido una denominación diferente, más alegre y muy apropiada: La Estación Azul.

Durante esas apenas dos horas de claridad, la luz adquiere una tonalidad muy especial y en conjunción con la reflexión de la nieve y las nubes crea un ambiente luminoso mágico, sin sombras, sin foco definido y de un todo azulado.







Sí, pero estamos hablando de minutos, apenas horas... ¿Cómo sobrevivir a las más de 23 horas restantes de oscuridad?

La oscuridad trae su propia belleza, su propia magia, pero son tema para otro momento.